Reflexiones sobre la selección de un candidato


En el desempeño de nuestro trabajo en RR.HH., parece que a veces no tenemos 100% claro, cual es el perfil de personal que nos es requerido. Sin embargo, tenemos un set de competencias, un número de años de experiencia, un nivel de formación académica, a veces hasta de que universidad, instituto o sector proviene. Pero desconocemos, a veces hasta desde el punto de vista emocional, que características personales debe tener el candidato ideal, según la impresión de quienes serán sus supervisores y colegas.

Me he encontrado en el pasado, que el candidato ideal, no logra adaptarse al grupo, tiene conflictos innecesarios con su supervisor o jefe de grupo, y finalmente abandona el barco o lo hacemos abandonar caminando en la tabla.

Quizás lo más recomendable, o al menos, lo que mejor me ha funcionado, es involucrar a todos aquellos que tendrán un papel de importancia y de relación con el candidato a contratar: sus supervisores, colegas, clientes, no limitándonos a una hoja con el resumen del requerimiento, más bien conversando con cada uno de ellos hasta conocer en detalle el perfil técnico, pero también personal de ese candidato ideal.

Además, aplicar más de una técnica de selección: entrevistas individuales, de grupo, assestment centers, pruebas (si aplican y si han demostrado ser predictoras de exito laboral), etc., a fin de validar hasta donde cada candidato se acerca al perfil ideal. Esto es especialmente crítico en casos de contratación de personal directivo.

La selección de personal debe ser un proceso compartido entre la línea (el cliente) y la función de RRHH, donde nuestro valor añadido debe ser brindar las herramientas para facilitar la toma de decisión conjunta.

Otro elemento es considerar a cada candidato como una opción no solo a un puesto determinado al que haya aplicado en un proceso particular de selección, puede ser útil para otras posiciones.

A veces comenzamos procesos de reclutamiento por haber desechado candidatos rechazados en el pasado para otras posiciones. Es necesario identificar que una búsqueda constituye un costo, por lo que mantener un archivo de elegibles (rechazados quizás en el pasado), puede convertirse en una excelente herramienta para lograr el objetivo, al menor costo posible.

Los mayores errores que corren por nuestra cuenta suelen ser : no preparamos la batalla , la entrevista, no nos estudiamos el cv del candidato, y ni comparamos a veces lo que pretende la empresa.

A veces olvidamos que estamos negociando y vendiendo, nosotros debemos vender tan bien la empresa, sin exagerar, con el fin de que si el candidato es idóneo, este quede para la empresa.

En las grandes empresas se tienen en cuenta, en bastantes de las medianas y sin son nuevas, se suele fallar.

Dispongo de estudio de campo y he hecho varias veces de gancho, en una les di datos objetivos, que los entrevistadores RR.HH. y delegado provincial en expansión de esas empresas, ignoraban.

Tampoco hay que alarmarse por ello, sino, tomar notas de los errores en el debrifing. Y no repetirlos. Es bueno hacer listas de objeciones para saber como superarlas.

Si los errores se repiten y no se enmienda, falla el equipo y quizás con autocrítica, al final de temporada, se deberían hacer fichajes en los puestos de RR.HH. y captación y ojala no nos equivoquemos.

En el peor de los casos, que no caigamos en los mismos errores.


Ángel Corbalán

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